XarxaTic a facebook el 21 abril 2011 publicava un article força interessant:
Aprovechando que estos días se está hablando de la sentencia del Tribunal Constitucional sobre la readmisión que se ha hecho de una “catequista” (lo siento, considerar al mismo nivel que el mío de docente, a un señor o señora -más o menos simpáticos- que dan Religión y han estado elegidos a dedo por el obispo de turno no me sale) que llevaba diez años luchando porque la habían apartado del aula (no le habían renovado el contrato) por haberse casado con un divorciado, me apetece escribir sobre el gasto que supone el “adoctrinamiento” escolar en nuestro país.
Aprovechando que estos días se está hablando de la sentencia del Tribunal Constitucional sobre la readmisión que se ha hecho de una “catequista” (lo siento, considerar al mismo nivel que el mío de docente, a un señor o señora -más o menos simpáticos- que dan Religión y han estado elegidos a dedo por el obispo de turno no me sale) que llevaba diez años luchando porque la habían apartado del aula (no le habían renovado el contrato) por haberse casado con un divorciado, me apetece escribir sobre el gasto que supone el “adoctrinamiento” escolar en nuestro país.
Se trata de unas cantidades astronómicas que, pocos nos planteamos y sobre las cuales hay mucha rumorología.
Pues bien, creo que toca hacer números por una vez y desvelar el gran misterio, que algunas veces algún periódico de ideología bastante “partidista” ha intentado desvelar. Para ello, me voy a basar en los únicos datos objetivos que podemos conseguir, inferidos de un artículo de Rafael Artacho donde habla sobre esos “catequistas” (a los que llama profesores de Religión) y, gracias a él sacar los datos a la luz pública.
En ese artículo habla de la existencia de un Concordato con la Santa Sede (que ningún gobierno de este país ha osado cuestionar como no sea con fines propagandísticos) negociado el año 1979 y, de la tipología que han de reunir dichos “catequistas”. Pero, lo realmente interesante es el número de los mismos que, según datos que se ofrecen en ese estudio (basados en el curso 2006-2007), se obtiene que su cantidad (financiada con fondos públicos) es la siguiente:
9800 entre Infantil y Primaria (3100 en infantil y 6700 en Primaria)
4300 en Educación Secundaria (3500 en ESO y 800 en Bachillerato)
Por tanto, una primera aproximación al gasto de dichos docentes y, estableciendo una media de unos 2000 euros/mes para cada uno de ellos (en salario bruto y, haciendo una media entre el salario de un docente de primaria y uno de secundaria -ya que cobran lo mismo que un docente de matemáticas, lenguas, etc.-), nos encontraríamos con:
Si ello lo multiplicamos por la cantidad anual (doce veces la anterior), nos encontramos que los “catequistas” cuestan a las arcas del Estado (impuestos que pagamos todos los españoles), la cantidad de 338400400.
Por tanto, sólo en “catequistas” gastamos anualmente cerca de 340 millones de euros.
Pero ese gasto no acaba aquí, ya que los centros educativos tienen la obligatoriedad de ofrecer una alternativa para aquellos alumnos que no quieran cursar la asignatura de Religión, con lo que también han de tener un profesor (en este caso de alguna asignatura curricular: sociales, lenguas, etc.) que, ha de cubrir esas horas. Eso significa que ya estamos doblando el gasto y, pasando de esos 340 millones a 680 millones de euros anuales.
Si aún queremos ir más allá y consideramos Educación para la Ciudadanía como un adoctrinamiento (en este caso por parte de “papa Estado”), nos encontramos que según el informe de UGT sobre las horas que se da dicha materia (por cursos y número de horas) y realizamos su suma a grosso modo para todas las CC.AA. y las repartimos por el horario lectivo de un docente (de primaria o secundaria en cada caso), podrían suponer más de un millar de docentes dedicados a jornada completa a impartirla, lo que significaría incrementar en 2000000 euros/mes más lo anterior (o 24 millones de euros al año).
Por tanto, el adoctrinamiento (religioso o estatal) en nuestro país cuesta algo más de 700 millones de euros al año.
Pero, en lugar de cortar por lo sano, los gobiernos lo único que se plantean es aumentar el número de docentes para que impartan otras religiones o se puedan llegar a plantear nuevas asignaturas para “formar el espíritu” de sus futuros votantes.
Se trata de un sitio donde poner la tijera, pero siempre es mejor reducir en otras partidas no tan esenciales como el “adoctrinamiento” y, quedar bien con algunos “poderes fácticos” de este país (y no me estoy refiriendo sólo a los religiosos).
No lo se, creo que intentando hacer un análisis objetivo, quizás pueda haber algo que se pueda haber descuadrado, pero me gustaría que si ello fuera así se abriera un debate para rebatir este artículo.
XarxaTic a facebook el 21 abril 2011
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